Comentario 2

En este texto mencionaré el mismo concepto que he hablado en el texto anterior.
La importancia de la evaluación contínua. Vivimos tiempos que cambian a marchas forzadas, cambian tan rápido que no podemos alcanzar todas las renovaciones, actualizaciones y aplicaciones informáticas y tecnológicas.
Actualmente en los centros hay demasiados docentes sin conocimientos TIC. Con ello no quiero decir que son los "palos en las ruedas", sino que tenemos que entender que es un proceso lento. LA responsabilidad recae en nosotros, las nuevas generaciones. Todas las generaciones han realizado avances en el mundo de la pedagogía y la enseñanza en general, y a nosotros nos toca introducir las nuevas tecnologías, a parte de muchos otros aspectos.
Hay que ser paciente pero persistente. Debemos actualizar la escuela y nosotros somos la vía.
Partimos con ventaja, ya que nosotros somos una generación que conoce de primera mano las redes sociales, el boom del internet, programas etc. Pero creo que lo más importante es que todos estos conocimientos los traslademos a la educación. Como bien dice el artículo, el profesor debe de mediar al alumno, es decir aprovechar que hay gran cantidad de información en nuestro alrededor y con acceso realmente fácil, para enseñar a los discentes como usarla, buscarla y jerarquizarla.
Sobretodo quiero remarcar que todas las personas cambian pero debemos hacerlo con cabeza. ¿a qué me refiero? pues que si ahora nos estamos quejando de aquellos maestros que han quedado obsoletos y se cierran en banda en sus formas de hacer las cosas; nuestro deber es mantenerse abierto a conocer y descubrir aquello nuevo e innovador que pueda salir en un futuro.
Aún así tengo que decir que yo voy a luchar y pelear por todo aquello que crea que son innovaciones que discretamente obligan a la sociedad a actualizarse de forma consumista, es decir, ahora debemos comprarnos aparatos TDT, DVD puesto que no se fabrican vídeos. Por eso quiero dar un alto con el papel de las nuevas tecnologías, porque me parece que nos llevan a un elitismo social que no me gusta nada.

Jordi Samper